lunes, 14 de septiembre de 2015

Diario del misterio animal I: La serpiente Marina de Koch,1845.



Corría el año 1845, cuando un paleontólogo llamado Albert Koch descubrió, o eso decía, una nueva especie de animal marino. Tal fue el impacto de este descubrimiento, que él mismo le puso el nombre científico: Hydrarchos Sillimani. En la presentación de su descubrimiento, afirmaba que la criatura la encontró en Alabama, más concretamente en una de las playas de Clarckville, dónde tuvo que desenterrarla con mucho esfuerzo al tener la criatura parte de su cuerpo enterrado. Mensaje impactante el que comentó: La criatura mide más de 35 metros de longitud.


Ante tanta admiración y expectación, los científicos y especialistas analizaron la criatura, y años más tarde determinaron que el "monstruo" había sido un montaje con huesos y partes de distintos cetáceos.

Pero aquí no iba a acabar la historia de Koch. Ante la insistencia como paleontólogo de encontrar una criatura marina, siguió en su afán por conseguirlo. Años más tarde se encontró un esqueleto casi completo en el “Valle de la ballenas” en Egipto y se comprobó que era un mamífero y no un réptil. Era el Basilosaurio. Es lo más cerca que una ballena ha estado de ser una serpiente. Éste tenía unas largas vertebras y nadaba deslizándose en el agua moviendo su cola hacia arriba y hacia abajo y no hacia los lados como las serpientes marinas.

Basilosaurio podía medir hasta 18 metros y pesar hasta 63 toneladas, su nombre significa el “rey de los lagartos” porque en un principio se creyó que era un réptil. Su cuerpo era delgado y en la parte de atrás conservaba unas pequeñas patas traseras de 60 centímetros. Estas patas nos recuerdan que los ancestros de basilosaurio vivieron en la tierra y que finalmente este se adaptó a la vida marina.


Basilosaurio fué uno de los animales más largo de su época y estaba en la cima de la cadena alimenticia, aunque tenía como rival de la época al Megalodón.

Hasta aquí la primera entrada de "Diario del misterio animal". 

Saludos compañeros.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Terrible el Basilosaurio, 36 toneladas es una barbaridad, tenía que dar miedo verlo. Este Monstruo sería capaz de comer dinosaurios enteros sin pestañear.

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